Los quelites se han convertido en un alimento importante durante la Semana Santa, sin embargo, este producto lleva implícita la participación de la mujer para su cultivo y es una herencia del México prehispánico que persiste en Tláhuac.
Para este año, 143 familias de la demarcación que se dedican a la
producción de quelites han preparado más de mil 200 toneladas, lo que
representa una producción de 5.6 millones de pesos.
La participación de la mujer en este sector es importante, ya que
participan en actividades de cultivo, comercialización y emprendimientos
gastronómicos, lo cual apoya el desarrollo económico de las comunidades y el
empoderamiento de las féminas.
Doña Lilia Martínez es una de las mujeres que participan en esta
actividad y, quien, con 58 años de edad, cultiva con orgullo media tonelada de
quelites, mismo que será comercializado en la Central de Abasto de la Ciudad de
México.
Destacó que, para el desarrollo de esta actividad cuenta con el apoyo de
su esposo, hijo y sobrino.
"De lo que
produzco, dependemos más de tres personas", señaló.
Esta actividad se
desarrolla mayormente en San Andrés Mixquic, sin embargo, también se encuentra
presente en el Ejido Tulteyualco, El Llano Tetelco y El Llano Ixtayopan, donde
se mantiene vive una tradición milenaria de los mexicanos.
El precio de
este producto oscila entre los 20 y 120 pesos por kilo, dependiendo de su
tamaño y calidad.
Por ello, en el
marco del Día Internacional de la Mujer, es importante reconocer y visibilizar
la participación de la mujer en sector rural, pues son aproximadamente un
millón de féminas las que se dedican a actividades como la agricultura, la
ganadería, la pesca y la forestal, quienes producen más del 50 por ciento de
los alimentos que consumimos.
En el caso de la
Ciudad de México, ellas son el 42 por ciento de la población que trabaja en el
suelo de conservación y, anualmente, se identifican cuatro mil 500 mujeres como
productoras o campesinas.