Estados Unidos emitió una advertencia este lunes respecto a la posible asistencia del presidente ruso, Vladímir Putin, a la toma de posesión de la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, el próximo 1 de octubre. Según un portavoz del Departamento de Estado, la presencia de Putin en la ceremonia podría "restarle valor" al evento, debido a su papel como "autócrata responsable de tanta muerte y destrucción" en Ucrania.
Las investiduras deben ser celebraciones de la democracia y de transiciones pacíficas de poder. Como nación soberana, México es quien decide a quién invitar a esos eventos. Sin embargo, la presencia de un autócrata, responsable de tanta muerte y destrucción, le restaría valor a lo que será un momento histórico para México, señaló el portavoz en declaraciones a la agencia EFE.
La advertencia de Estados Unidos subraya la tensión global en torno a la figura de Putin, cuya invasión de Ucrania ha sido condenada internacionalmente y ha llevado a la imposición de severas sanciones por parte de varios países occidentales. La Administración de Joe Biden ha dejado claro que espera que el Gobierno mexicano, en sus contactos con Rusia, reafirme su apoyo a la integridad territorial de Ucrania y a los principios establecidos en la Carta de las Naciones Unidas.
Este comentario surge en un contexto en el que México ha intentado mantener una postura neutral respecto al conflicto entre Rusia y Ucrania, abogando por el diálogo y la paz. Sin embargo, la posible invitación de Putin a un evento tan significativo como la toma de posesión de Sheinbaum podría ser percibida como un mensaje político que Estados Unidos considera inapropiado en el marco de las tensiones actuales.
El enfoque de la Administración Biden subraya la importancia que otorga a las relaciones internacionales y a la forma en que los eventos diplomáticos pueden influir en la percepción global de los líderes y sus países. Para México, la decisión sobre a quién invitar a este evento histórico no solo tiene implicaciones internas, sino que también podría afectar su posición en la arena internacional, especialmente en relación con sus vecinos y socios estratégicos.
La situación plantea un desafío diplomático para el gobierno de Claudia Sheinbaum, quien deberá equilibrar su política exterior mientras celebra un momento histórico para la nación. La elección de los invitados a su investidura podría enviar señales significativas sobre la dirección que tomará su administración en el escenario global.